CONTRA LA REPRESIÓN POLICIAL DE LA PROTESTA
Desde la Asamblea 1 5M de Castelló queremos dejar claro nuestro absoluto rechazo a la represión policial que sufren muchas de las protestas surgidas del pueblo. Asimismo, queremos denunciar el Estado policial en que se ha convertido esta falsa democracia. Las decisiones políticas, las leyes y, sobretodo, los hechos nos demuestran como la escalada hacia una sociedad totalmente controlada bajo un régimen policial continúa su camino ascendente a toda velocidad.
Llevamos demasiado tiempo viendo las violentas cargas policiales contra un pueblo que lucha de forma no violenta por sus derechos, viendo y escuchando denuncias de torturas practicadas en las comisarías, soportando que nos llamen violentos y terroristas cuando los únicos violentos y terroristas son ellos: los que permiten que las personas muramos de hambre, nos quedemos sin un techo bajo el que vivir, nos veamos condenados a la eterna precariedad,…
Queremos mostrar nuestra absoluta solidaridad y apoyo con todas las compañeras agredidas y detenidas y con todas las que siguen sufriendo las consecuencias de la violencia policial y judicial en cada acción de protesta contra este sistema esclavista y represor.
Es nuestra obligación evidenciar la terrible involución sufrida en nuestras libertades más fundamentales, por ello denunciamos:
- El fin del derecho de reunión y de la libertad de utilizar nuestras calles para expresar nuestras ideas.
- La brutalidad policial ejercida contra las personas que defienden sus derechos.
- Las tácticas de criminalización como la infiltración policial en las acciones de protesta, las detenciones preventivas y las identificaciones masivas sin otro motivo que el de amedrentar al pueblo.
- La total impunidad con la que actúa la policía (sin identificaciones visibles) al margen de las
leyes que dicen defender
- El gasto militar, policial y represivo que ha sido considerado por el Gobierno como prioritario frente al desmantelamiento de los servicios públicos que el pueblo consideramos prioritarios.
- La criminalización absoluta de cualquier persona que piense de manera diferente al orden establecido y actúe en consecuencia.
- La equiparación de la resistencia pasiva con terrorismo.
- La complicidad criminal de políticos que justifican y alientan la represión policial.
- La tergiversación mediática de los hechos presentando a las detenidas como delincuentes habituales y omitiendo las brutales palizas llevadas a cabo por la policia.
El miedo a la verdad, el miedo al resurgir de la conciencia que tiene el poder es directamente proporcional a la respuesta dada frente a la toma de la calle. Sin embargo, es el deber de todas las personas concienciadas no dejarse amilanar frente a estas agresiones y seguir en pie la lucha por aquello que consideramos justo.
Nada de esto detendrá el proceso inexorable de cambio que se ha iniciado. A cada nueva medida tomada por el poder, la gente responderemos con mayor lucha, puesto que todas estas medidas sólo sirven para reafirmar la idea que hace mucho tiempo que fluye por las calles de todo el mundo:
LO LLAMAN DEMOCRACIA Y NO LO ES.
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